miércoles, 1 de junio de 2016

El Cambio Innovador

       
El liderazgo ha sido siempre el elemento que hace funcionar bien y saludable a una institución ya sea con o sin fin lucro. Jesús fue alguien que tuvo un liderazgo exitoso cuando estuvo en la tierra, por tanto, nos dejó un excelente ejemplo a seguir. Jesús influyó en la vida de sus discípulos como en la vida de los que le seguían.
       Clasificar el liderazgo de mi país/iglesia local e el liderazgo de la iglesia mundial es una tarea un poco compleja por la cultura y costumbres de diferentes zonas geográficas. Pero, algo que siempre he dicho, la política de un país fluye en los líderes religiosos, por tanto, la iglesia es influida también.
     Sin embargo, personalmente al conocer varias culturas y vivir en el extranjero hace ya muchos años, yo soy flexible al cambio, porque mi vida es un continuo cambio. Todo cambio que me llevaría innovación, progreso y desarrollo integral, yo estoy presente listo a cambiar de paradigma. 


Pr. Pierreson François

La Mayordomía

           
La Mayordomía es la base del vivir de todo aquel se llama cristiano y por lo tanto le da a Dios el primer lugar en su vida como Creador, Sustentador, Soberano de todo. Pero, puede ser que no todas las denominaciones cristianas lo entienden así. La Mayordomía abarca todo el vivir del ser humano. El que es un buen mayordomo, administra bien su vida en cuanto a la salud, el tiempo, los talentos, los recursos disponibles, la finanza, la familia etc.

          Sin embargo, la mayordomía cristiana implica algo que hace diferente al cristiano, es que éste se compromete con Dios a la fidelidad y lealtad. Reconoce que no es dueño de si mismo ni de lo que bajo su poder, sino reconoce que es administrador de Dios.

        Pero, eso no evita aún en el entorno cristiano que haya iglesias con miembros que lo que les da la gana. Puede ser que buscan a Dios para solo beneficios mezquinos sin querer tener una relación estrecha con él. Existen varias razones para entender el por qué. Administran su vida a su manera, pero oran a Dios buscando su bendición. Se convierten en filántropos olvidando que Dios es un Dios de orden, por tanto no quieren seguir reglas ni principios establecidos por Dios.
      He conocido a personas que van a la iglesia, pero no devuelven el diezmo con la argumentación de que la iglesia ha empleado mal su diezmo. Otros han establecido que no tienen devolver el diezmo a la iglesia por el gobierno ya cogió 10% de su sueldo. Otro grupo no diezma por la simple razón que no reconoce a Dios como dador de lo que posee, piensa que ganó su dinero fajándose, por tanto, tiempo derecho a gastarlo según le parece bien sin pensar en el principio bíblico que dice que debemos devolver el diezmo al alfolí.
     Algunas iglesias, es donde los pastores son los dueños y cuando hay que hacer algo, usan la persuasión para alcanzar sus objetivos con cuyos miembros que hacen o obedecen a sus pastores sin preguntar.
     En fin, las iglesias que no promueven la mayordomía es porque no están siguiendo los principios de Dios en el cumplimiento de su misión. No tienen una planificación estratégica basada en la visión.


Pr. Pierreson François


La Misión de la Iglesia

         
La idea de planificar estratégicamente siempre ha sido el tema difícil de tratar, porque se trata de orden y disciplina. Los que no quieren el progreso de la Iglesia no ven de buen ojo la planificación y hacen todo lo posible para evitar cambios. 
     La gran pregunta que se plantea aquí para la reflexión de hoy en cuanto a los de doble ánimo que no quieren apoyar en nada, son negados e indispuestos viene siendo la siguiente: ¿Qué principios bíblicos ayudarían a su iglesia a lograr alcanzar un cuerpo de contribuidores a la misión de su iglesia?
     Recordando el primer devocional correspondiente al día 23 de mayo, la Dra. Carmen habló de un los principios claves que cada persona debe desarrollar. Este principio no es nada más nada menos que es el principio que se basa en la razón y el respeto. El único principio que abarca todo en la vida: "el Amor".
    En una Iglesia donde los miembros están perdiendo de vista la visión y la misión, la mejor estrategia de animar y redireccionar a los feligreses es hacerlos ver la importancia de desarrollar el amor genuino. El amor a Dios por sobre todas las cosas. Luego, el amor al prójimo, así sucesivamente.
    Por amor, antes de la fundación del mundo Dios había establecido el Plan de la Redención. Por amor Cristo vino y murió por todos nosotros. Por amor todos los que por fe aceptan la salvación que ofrece Cristo deben obedecer a los mandamientos de su Padre. Por amor es necesario que aquel que se convierte en discípulo de Cristo debe servir al prójimo apoyando a cumplir la misión de su Iglesia.
   Además, la obediencia viene siendo el siguiente principio, la esperanza, porque todo aquel que tiene esperanza en la bendita venida de Cristo se anima a predicar a otros a ser partícipe de aquel gran acontecimiento venidero etc.
   Que el Espíritu Santo pueda convencer a todo corazón que se dice ser cristiano a contribuir en el cumplimiento de la misión con un espíritu misionero abnegado.